El Director de Salud Municipal Dr. Claudio Rocoma y el gastroenterólogo Dr. Luciano De Mingo nos ponen al tanto de un nuevo servicio para la comunidad: el stent esofágico.

Claudio Rocoma:

“El objetivo de este Hospital y de la Secretaría de Salud es siempre apostar a más y mejor servicio. Hablo de la calidad, y de la calidez también, que en otros municipios –tengo que decirlo- no existe. Y por supuesto, la decisión política que nos acompaña a fondo. En este distrito se invierte muchísimo en salud. Para que tengan una idea: en Alem tenemos una Sala con médico de guardia permanente, con consultorios de ginecología, kinesiología, otra en Alberdi con internación, servicios clínicos básicos, laboratorio, ecografía, ginecología. Falta salita de partos y ya tendríamos dos pequeños hospitales más el hospital central”

“La idea de hoy no es presentar al Dr. De Mingo, porque es conocido por todos. Es un ‘prócer’ de la gastroenterología, a quien le tengo una gran estima, y un profesional de muchísimo nivel. Le pone toda la garra a lo que hace, y eso es para destacar”.

“Cuando llegué a este Hospital, nos sentamos a charlar con él a ver cómo podíamos avanzar en la especialidad, siempre teniendo en cuenta que todos los servicios se manejan en forma mancomunada dentro de la clínica médica. Los procedimientos que maneja él son importantísimos para detección de cáncer de colon, por ejemplo, tumor de esófago, lesiones del aparato digestivo, pólipos. Él ya venía haciendo colonoscopías, fibrocolonoscopias altas, pero decidimos incorporar –como siempre apoyados por el municipio, porque son inversiones importantes- la colocación de lo que sería una endoprótesis esofágica para facilitar la deglución en algunas patologías”.

“Tenemos muchas otras mejoras a un futuro próximo, con la incorporación de la colocación del balón gástrico para los casos de obesidad. Lo que hoy queremos es hacerle saber a la comunidad es que estamos trabajando mucho en mejorar la cantidad de prestaciones, no la calidad porque ya es excelente. Lo que a continuación les va a explicar Luciano antes había que ir a hacerlo en otros centros. Hoy se resuelve acá, gracias a la fuerte apuesta en política de salud que tiene el Intendente Ferraris. Y destaquemos que esto queda, no se va cuando nosotros no estemos en la función, es muy importante”

Luciano De Mingo:

“Antes de contarles del procedimiento, quería destacar que uno trabaja mucho, sí, pero porque lo hace en un entorno de gente que es evidente que se esfuerza por brindar buen servicio a la comodidad. Empezamos siendo un consultorio nomás, después se fueron agregando las endoscopías –teníamos que traer los endoscopios de otro lugar- Luego se hizo una inversión que nos instaló un equipo de última generación. Y bueno, ahora la posta la agarró Claudio y seguimos creciendo con el servicio, y empezamos a hacer otros procedimientos que antes eran imposibles de realizar aquí. Aumentamos la carga horaria en el consultorio, lo que hizo más fluida la atención. Y en este momento queremos hacer visible nuestro servicio. Hablo yo como referente, pero están también el anestesista, la instrumentadora, circulantes de quirófano, somos un equipo que trabaja como tal”.

“Dentro del servicio de endoscopía, hemos avanzado en procedimientos del tipo invasivo. Ya tenemos pacientes con los que hemos hecho gastrotosmías por vía endoscópica –el llamado ‘botón gástrico’ para pacientes que tienen problemas con la deglución- extracción de pólipos, mucoseptomías. Y en esta oportunidad, se nos presentó un caso que normalmente habría sido derivado a otra institución, pero decidimos tratarlo nosotros”

“Se trata de una mujer de 73 años, que presentaba una disfagia progresiva – dificultad para el tránsito del bolo alimenticio desde la boca hacia el estómago, un ‘atascamiento’ que le generaba muchos malestares, sobre todo regurgitaciones y consecuentemente pérdida de peso- En Junín le habían hecho una endoscopía, pensando en encontrar algún cáncer, cosa que no sucedió. Cuando la evalúo considero que lo que tenía era un trastorno funcional del esófago, o sea, que el órgano no estaba ‘haciendo su trabajo’ que es de algún modo, ‘empujar’ la comida hacia el esófago para que continúe la función digestiva.

Se le hizo una manometría esofágica, donde se mide precisamente esa motilidad, y resultó que el 70% de las veces el esófago, por decirlo sencillo, ‘no se movía’. Con medicación no se solucionó, y entonces recurrimos a una prótesis. El stent esofágico se llama así porque cumple una función parecida al que se aplica en medicina cardiovascular, ya que es una prótesis que actúa en un órgano tubular. Consta de una malla que recubre un tubo plástico, se inserta en el esófago y se autoexpande para conseguir que el alimento ‘siga de largo’ -por efecto de la gravedad- hacia el esófago. Se colocó en la paciente, y a lo largo de los días, empezó a mejorar. El stent no es permanente, una vez que se normaliza la digestión se retira, también por vía endoscópica. Actualmente la mejoría continúa y hubo un aumento ponderal del peso”.

“En el protocolo de estudios de este tipo de síntomas, obviamente se descartan otro tipo de problemas, como una lesión oncológica. Los pacientes vienen muy asustados porque piensan lo peor. Hay que empatizar con ellos, porque los médicos no somos dioses, y un día podemos estar en el lugar de ellos, así que yo los trato como me gustaría ser tratado eventualmente”

Un cierre perfecto. Humanidad, profesionalidad, inversión pública. Un combo que conduce a una atención de excelencia. Y está acá, al alcance de todos. Muchas gracias.