




Se realizó hoy en las instalaciones del Centro Universitario una charla informativa sobre la problemática de la diversidad de género que se presenta en los ámbitos educativos. Para ello contamos con la presencia de Gabriela Mansilla, mamá de Luana –quien recibiera en 2013 el primer dni trans del mundo- y autora del libro “Yo nena, yo princesa”. Una profesional con amplia experiencia en el tema, que brindó sus opiniones y expectativas.
“En realidad lo que venimos a dar es información. Hay poco conocimiento de las infancias y adolescencias travestis y trans, enmarcadas obviamente en la Ley de Identidad de Género y en la Ley de Educación Sexual Integral”, sostuvo Gabriela.
“Es un tema insoslayable, especialmente en los espacios educativos, donde los docentes a veces no saben cómo acompañar. Entonces vamos a brindar información, trajimos material, y esperamos tener un intercambio para saber cómo ayudar en esas instancias”, enfatizó la autora del libro «Sin Alas».

Con respecto al abordaje que se le da desde el ámbito educativo, Mansilla hizo hincapié: “Me parece que llegamos tarde al tema, pero creo que podemos encararlo y tratarlo como corresponde desde ahora. Toda esa resistencia que hubo hasta el momento tiene que ver con los prejuicios, con lo que se instala desde las normas, desde los mandatos. Romper con todo eso va a costar un montón, pero creemos que es más que necesario, es un tema de responsabilidad y de toma de conciencia en consecuencia con las niñeces”.
“Hay mucha demanda de la información, porque los chicos ya están en el aula. A partir del caso de Luana empiezan a salir a la superficie situaciones que existieron siempre, pero que las familias se negaban a aceptar”, puntualizó.
“Es una preocupación constante, una papa caliente. Ahí es cuando los docentes, inspectores y auxiliares necesitan herramientas para poder acompañar. Hoy acá hay 120 personas, eso te da la pauta de la urgencia del tema”, expresó.

“Vamos a hablar de estereotipos de género, roles de género, trataremos de desarmar los prejuicios, cambiar el foco de información y el objeto de estudio –que en este caso son las niñeces- para revisarnos un poco nosotros. Trataremos la Ley de Diversidad de Género y conversaremos sobre la realidad de las infancias y adolescencias trans y travestis dentro de la historia de su comunidad. Hay que mencionar que en Argentina la expectativa de vida de los integrantes de esa comunidad es de 35 años”, contó Gabriela, previo a brindar la capacitación, haciendo foco en los temas que se iban a desarrollar.
“Después de estas charlas, queda a la responsabilidad de cada profesional el cómo lo lleva al aula y desarrolla el respeto que garantiza la ley para esas niñeces. No es si tengo ganas de hacerlo, es obligatorio”.

La ley cae en letra muerta cuando no se sabe aplicar, o no se tiene conocimiento de la misma. Las leyes están, hay que saber interpretarlas y llevarlas a cabo en la práctica diaria. A veces hay resistencia de esa práctica. La ley es muy concreta: toda persona debe ser respetada en su elección de género, ser llamada como quiere hacerlo sin necesidad de ningún trámite que se lo otorgue. Si luego quiere rectificar la partida de nacimiento, por ejemplo, es un tema particular. Pero en la realidad esto no se cumple, por la desinformación que hay”, enfatizó.
“Esperemos hoy sembrar conciencia y que luego lo que escuchen hoy lo puedan volcar en el aula, como debe ser”, finalizó la nota la máxima referente de la asociación civil «Infancias Libres».
Ojalá así sea, y se evite tanto sufrimiento, tanta soledad, tanta infancia transitada con trauma cuando debería serlo con seguridad, aceptación y contención.






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