
El especialista en perforaciones Carlos Juliá dialogó esta semana con Grupo La Verdad acerca de la problemática que existe en este contexto de sequía para extraer agua y planteó que hay zonas “altas” en Junín donde las dificultades se profundizan.
“Lo que está pasando con estos años de lluvia irregular la napa baja demasiado y tenemos dificultades en algunas instalaciones, sobre todo las más antiguas. Donde hay un bombeador, por ejemplo, se generan problemas”, explicó en principio Juliá.
“La napa de agua es un nivel, lo que cambia es la meseta arriba. Hay sectores del Barrio Real del Cerrito Colorado, del Parque Industrial, las zonas altas, que tienen problemas. En algunas casos hay bombas antiguas que dejan de sacar agua”, agregó en el mismo orden.
“Hace 40 años se hacía un pozo y se ponía el bombeador a tres o cuatro metros. Acercábamos el motor a la napa, cuando vinieron los años llovedores las napas levantaban pero hoy tenemos una sequía importante”, refirió seguidamente el entrevistado.
“Hoy tenemos que perforar mínimo 45 metros para sacar agua potable, poniendo una camisa para eliminar las napas de arriba de aproximadamente 25 a 30 metros. En menos de esos metros peligramos sacar arena porque Junín está plantado sobre un médano. La napa va a levantar con un régimen de lluvia importante durante tres o cuatro años, esto no es de un día para el otro. Tienen que venir años llovedores para que esto se solucione”, ahondó.
Y dijo finalmente: “Hoy la napa en algunos lugares está de 9 a 10 metros. Los que tienen bombeador en algunos casos ponen bombas sumergibles, pero eso lleva su tiempo y tiene un costo importante. Además no siempre existe disponibilidad”.
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