Hace unos días, y a raíz del esclarecimiento del robo a la carpintería, que fuera rápidamente esclarecido, estuvimos en una reunión de las que realizan habitualmente aquellos que tienen como objetivo mantener la seguridad y prevenir los delitos, así como su correspondiente tratamiento una vez cometidos los hechos.

Estuvieron presentes el Ayudante Fiscal Dr. Ignacio Fernández, el Comisario Martín Repetto por la Comisaría de Vedia, con el Ayudante Enzo Baigorria, y por la Sub DDI, el Comisario a cargo Julián González y el Principal Juan Giménez.

De la extensa charla que se produjo, surgieron varios ítems a destacar: el primero, la absoluta colaboración con que se manejan todos los actores de la seguridad local. Obviamente, un aspecto importantísimo para que los hechos delictivos tengan pronta resolución.

También se habló extensamente sobre la calidad de los delitos, y la posibilidad de respuesta que se puede obtener, tanto en los aspectos policiales como judiciales. Todos coincidieron en que a veces la falta de información sobre a quién corresponde cada instancia –tanto en los procedimientos investigativos como en su consecuencia judicial- lleva a errores o a protestas o comentarios en las redes de algunos vecinos que declaman erróneamente que sus problemas no fueron resueltos.

Con respecto a este último caso –el del robo a la carpintería- por ejemplo, la gente se quejaba de que no se diera la identidad de los acusados, o que ya mismo estuvieran presos. Ambas cuestiones son imposibles de realizar de manera inmediata, ya que una vez que se esclarece cómo fue el robo, sigue una secuencia investigativa, una presunción de culpabilidad –que aún no es una certeza- y luego el proceso penal correspondiente. Recordemos que nuestro sistema legal sostiene la presunción de inocencia, es decir, que todos somos inocentes hasta que se demuestre lo contrario. Y ese principio nos protege de una falsa acusación. Imagínense si cualquiera alegremente pudiera acusar a cualquiera de cualquier cosa, y sin mediar una investigación, ese cualquiera terminara injustamente encarcelado. Por eso se prevén todos los pasos, para garantizar objetiva y plenamente la culpabilidad frente a un delito.

Se insistió en la necesidad de que los vecinos se comuniquen inmediatamente con la Comisaría ante cualquier incidente, ellos son los que derivarán debidamente a quien corresponda si cabe, o actuarán rápidamente.

Por último, se anunció la instalación de la Comisaría de la Mujer y la Familia en un local que está siendo refaccionado para esa función. Anteriormente, aquellas personas que debían acudir a denunciar o a asesorarse sobre temas delicados como el de violencia de género, debían esperar en medio del trajinar habitual de una Comisaría, como el traslado de presos, u otros denunciantes. Al estar en otra locación, se favorece la intimidad y la contención primaria que debe tener el tratamiento de esa problemática.

En síntesis, y como colofón de una conversación interesante y esclarecedora, podemos decir con certeza que nuestra comunidad se encuentra absolutamente bien preparada para actual frente al delito tanto en prevención como en sanción, y con todos los responsables trabajando mancomunadamente. Un alivio para todos.