Salamone y sus obras, un patrimonio a resguardar
Francisco Salamone fue un arquitecto ítalo-argentino, que vivió y trabajó en Argentina y construyó más de 60 edificios en 25 municipios de la provincia de Buenos Aires entre 1936 y 1940. Azul, Rauch, Laprida, Gonzales Chaves, Balcarce, Coronel Pringles, Tornquist, Guaminí, Saavedra y Adolfo Alsina son algunas de las ciudades que recibieron estos tótems arquitectónicos impresionantes, caracterizados por usos originales del espacio, torres altas, líneas rectas y simetría. Sus obras son cementerios, mataderos y palacios municipales que encarnan el modernismo en diferentes ciudades y pueblos bonaerenses.
Nuestro distrito también conserva su huella, que prácticamente –salvo el desgaste por el uso con otros destinos diferentes al original, y el mero paso del tiempo- se ha mantenido intacta.

La Ley Provincial 12854, sancionada en enero de 2002, declaró “Patrimonio Cultural de la Provincia de Buenos Aires a los muebles e inmuebles, cuyos proyectos y ejecuciones de obra fueran realizados por el ingeniero arquitecto Francisco Salamone”.
Nos visitó el arquitecto de origen belga Guy van Beek, un experto en revalorizar los edificios que son legado histórico. Es autor del libro “Los recorridos urbanos” y creador y conductor de El Atelier de Reconocimiento del Ambito Urbano de Buenos Aires, una escuela que tiene como objetivo principal redescubrir los diferentes ámbitos de la ciudad y realizar, mediante recorridos, un ejercicio de reconocimiento del patrimonio edificado o natural, mobiliario o inmobiliario, de los testimonios de la vida artística, de la historia social, de la memoria colectiva».

Es él mismo quien se manifiesta” fanático” de su colega, y expresó sus ganas de seguir recorriendo:
-Recién llegamos al distrito, así que todavía no puedo opinar mucho sobre las obras locales. Lo que me llama mucho la atención son los volúmenes de la sala del Concejo Deliberante, supongo que fue hecho para que no retumbe el sonido de las voces de los concurrentes. No es común en Salamone, así que deduzco que lo pensó especialmente.
-En el pasado recorrí otros lugares como Azul, Pringles, Guaminí, así que me invitaron a recorrer esta zona y estoy muy complacido. Soy un fanático de esta arquitectura de los años 30, que compendia el art decó con el Bauhaus alemán.
-Estoy descubriendo su obra poco a poco. La obra de Alem es impactante por su volumen y formas. Ahora recorreremos el resto de las obras de aquí, como el Matadero y la Plaza, y de ahí iremos a Alberdi
Un orgullo para los vecinos, una buena idea para revalorizar las obras e incluso incorporarlas a un recorrido turístico que concita una importante cantidad de turismo.
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