Una solución punitiva para la protesta social: todos en el “partido del orden”. Editorial de “El Círculo Rojo”, programa de La Izquierda Diario que ese emite los jueves de 22 a 24 h por Radio Con Vos, 89.9.
Fernando Rosso@RossoFer
- En varias oportunidades dijimos en este espacio que, más allá del peso político (real o inflado) de las formaciones políticas de derecha (hablo de Javier Milei y su gente), una función que cumplen es marcar el tono de la agenda política. La derecha, más que un partido es una agenda. Eso se lo escuché decir a Leandro Santoro tomado de Jorge Alemán, el psicoanalista y un intelectual de referencia en el universo del Frente de Todos.
- Es verdad, es una buena definición y en la coyuntura cobra validez y actualidad. Pero, ojo, porque también puede ser exculpatoria porque para que imponga su agenda, todos los demás tienen que tomar su agenda. Y eso también está pasando ahora.
- A ver, repasemos: primero empezaron los partidarios de Javier Milei con este legislador Ramiro Marra a la cabeza que anunciaron la creación del Movimiento Antipiquetero Argentino. En realidad, armaron algunas cuentas de redes sociales (Twitter y otras) que “denuncian” dónde hay piquetes, tiran cifras que andá a chequearlas, ¿no? Y, con el Código Penal en la mano, empezaron a machacar con la identificación entre protesta social y delincuencia. A decir verdad, muy creativos no fueron porque desde los orígenes de la protesta obrera se realiza esta operación. Y los personajes tienen ribetes un poco bizarros, es difícil tomárselo en serio. El otro día lo escuchaba a Marra en la TV decir: “Hay que tenerme miedo porque soy peligroso”. Qué se yo, tienen mucho de “dime de lo que presumes y te diré de lo que careces”.
- Ahora, esto empieza a tomar otro color cuando, en el contexto de un país con 40 % de pobres, el ministro de Desarrollo Social nacional, Juan Zabaleta empieza hablar de la protesta en términos de extorsión y dice frases como: “Basta de apretar a los argentinos”.
- La cosa se agranda cuando el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, dice sobre el acampe: “Lo que pasó acá fue una extorsión, me da muchísima bronca, usan a la gente”. Y exige que se les quiten los planes sociales (mezclando todo aparte porque hay derechos sociales que no son planes) a modo de castigo por haber interrumpido el tránsito.
- La campaña crece cuando Sergio Berni, ministro de Seguridad del gobierno de Axel Kicillof y Patricia Bullrich, presidenta del PRO dicen que están de acuerdo con todo y piden más leña.
- Y la cosa toma un rumbo más denso cuando de los discursos se pasa a la acción. En Jujuy, dónde gobierna Gerardo Morales se llevaron detenidos de sus casas a dos dirigentes de movimientos de desocupados por manifestarse. Es más, hoy mismo a una persona que iba a manifestarse por esas detenciones, también se la llevaron presa.
- Si miran bien en esta agenda hay referentes de todo el arco político: de los “halcones” (Bullrich) y las “palomas” (Larreta, Morales) de Juntos por el Cambio, del albertismo (Zabaleta) o de los más cercanos a Cristina Kirchner (Berni, al margen de lo que diga, es el ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires).
- Más globalmente es una típica campaña que se lleva adelante cuando se aborda la crisis desde la perspectiva del orden. Es decir, no se piensa que es insostenible un país con las condiciones sociales en las que viven las mayorías y más aún con una inflación como la que padece la Argentina. No, no se piensa cómo terminar con la pobreza, sino cómo terminar con la protesta. O lo sumo comienzan con el sermoneo que dice que hay que buscar otras vías para la protesta, otras formas de protesta, otros métodos de protesta y le exigen a los afectados por una crisis que no generaron que encuentren la receta mágica para protestar sin protestar.
- Y más en general, esto aporta a la creación de climas nunca terminan bien. Ante el malestar social que afecta a todos sectores sociales, se redirecciona la bronca hacia un enemigo interno, se demoniza a quienes protestan, se los estigmatiza y eso que hoy es discurso cuando se hace carne en las Fuerzas de Seguridad a las que además, se ceba, termina en otra cosa. Tenemos un ejemplo paradigmático en los casos de Darío Santillán y Maximiliano Kosteki en el Puente Pueyrredón en 2002. No digo que las cosas van a terminar necesariamente así, digo aquellos acontecimientos comenzaron con la creación de climas de este tipo.
- Hay que cambiar la agenda porque “la derecha es una agenda”, si todos toman la agenda de la derecha.
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