Por Redacción Grupo La Verdad
Se conoció horas atrás la renuncia del doctor Javier Ochoaizpuro a su cargo de fiscal titular de la UFIJ 2.
En diálogo con Grupo La Verdad el funcionario explicó que “el motivo tiene que ver con cuestiones personales, que hacen que uno empiece a querer, después de tanto tiempo de ejercer una función, la posibilidad del desarrollo profesional fuera del ámbito de la justicia. Le di todo y cuando empezas a notar que esa función empieza a quitarte cosas, es el momento de buscar otros caminos”.
“Cuando me vaya voy a tener 24 años dentro del Ministerio Público y 13 como fiscal. Durante todo ese tiempo hubo muchos hechos graves y, en cuanto a la trascendencia, el más difundido fue el de Tomás Dameno Santillán, en Lincoln, asesinado por Adalberto Cuello por problemas de celos cuando aún no estaba vigente el agravamiento por transversalidad. Fue algo muy duro desde lo emocional y la tarea ardua, porque esta persona había intentado borrar rastros y fue necesario recurrir a distintas dependencias para sacar adelante el caso. Otra cosa que recuerdo, también en Lincoln, fue una toma de rehenes en un banco”, explicó.
Siguió recordando y contó que “en Junín, también estuve en el caso del homicidio de una menor cuando, luego prendieron fuego la Municipalidad, la comisaria y tribunales. Este hecho, puntualmente, no era de mi competencia pero el fiscal general terminó designándome para instruirlo. Hubo, además, hechos vinculados a organizaciones delictivas, que fueron la punta del ovillo que me mostraron un campo profesional fuera del ámbito judicial”.
Presiones
Acerca de las presiones, destacó que “por supuesto que hay, permanentemente. La labor del fiscal es una de las menos valoradas porque siempre genera una agresión por parte del imputado, de la víctima, porque es el fuero donde se pone en juego la libertad de una persona y eso genera ya una presión adicional. Cuando hay delitos de organizaciones criminales o que se utilizan personas jurídicas para realizar delitos vinculados contra la propiedad, como son las estafas, entran en juego los intereses de cada una de las partes. Nosotros tenemos el deber y la obligación de actuar, pero hay que estar preparado para lidiar con todo eso”.
“He tenido que soportar amenazas, de distinta naturaleza, una realmente importante que no llegó a esclarecerse pero fue violenta. Tendría que haberse atendido de otra manera y eso me demostró que uno está solo muchas veces y que falta el acompañamiento que se requiere”, manifestó.
Alejamiento
En el último tiempo, algunos fiscales han decidido renunciar o alejarse del cargo, dejando lugares vacantes que aún no han sido cubiertos.
Sobre esto, Ochoaizpuro expresó que “se debe hacer una lectura, no se puede mirar para otro lado. Siendo frontal y sincero, debe hacerse una lectura de lo que está pasando en la justicia, en el Ministerio Público, con gran cantidad de vacancia y una recarga que termina generando presión extra que a veces es difícil de mantener. En nuestro Departamento van a quedar el 50 % de las fiscalías vacantes. Esto debe ser abordado inmediatamente y se debe leer que los funcionarios que cuentan como presos los días para irse de la Magistratura, obedece a cuestiones que no tienen resolución”.
“Las demoras en los nombramientos tiene que ver con proceso de selección, para poder elegir al candidato más adecuado para la función, eso está regulado por las leyes y por el Consejo de la Magistratura. Esos trámites requieren de acuerdos, a veces cuesta arribar y se generan demoras. Hay una fiscalía vacante desde 2017 y no se le puede echar la culpa a la pandemia. Hay que agilizar los procesos para que no se resista la administración de justicia, el que se perjudica es el justiciable porque las agendas se van a tener que adecuar a la cantidad de funcionarios”, explicó.
El futuro
En cuanto a su futuro ejercicio de la profesión, el fiscal remarcó que “volveré al ejercicio de la profesión. Me estuve especializando en materia de fraudes, fideicomiso y eso me obliga a tener una dedicación exclusiva. A fiscalía entraban un montón de delitos para investigar de este tipo, no sólo hechos de corrupción en la función pública sino de defraudaciones de distintos tipos que requieren de un trabajo específico. Eso me fue abriendo los ojos sobre nuevo proyecto y me fui capacitando, haciendo diplomaturas y empezaré a desarrollarlo. Además, hace tiempo que soy profesor en la Universidad, en Penal II y ahora se me propuso trabajar sobre la diplomatura que está orientada hasta esta temática. El cambio va a ser importante y con mucha expectativa”.
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