El ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, confirmó que desde su cartera buscan disponer de 70 mil dosis para los movimientos sociales, aunque sostuvo que la decisión final saldrá del Consejo Federal de Salud, que deberá evaluar la iniciativa.
El funcionario explicó que la idea es inocular a las personas que se desempeñan en 10.000 comedores populares en todo el país y que deberían entrar dentro de la categoría “trabajadores esenciales”.
“Hicimos un registro, hay entre 5 y 7 personas en los distintos comedores, de ahí surge ese número de 70.000”, explicó en radio La Red. Y remarcó que la iniciativa “está justificada”.
“En términos generales hay un registro de comedores que hicimos, el año pasado que había muchas ollas populares, que hoy ya no están y volvimos a los comedores que teníamos antes. El planteo es muy razonable: que cuando se fijen prioridad de vacunación sean trabajadores esenciales”, insistió el funcionario.
Aunque aclaró que la organización de la aplicación a los sectores populares debe hacerse desde el área de Salud. “Así como son esenciales docentes, los que están cocinando para los demás en comedores y merenderos también son esenciales”, enfatizó.
Días atrás, el presidente Alberto Fernández se comprometió a avanzar con el pedido de las organizaciones en una reunión en Olivos con los principales referentes de los movimientos cercanos al oficialismo como la UTEP, que integran el Movimiento Evita, Barrios de Pie y la Corriente Clasista y Combativa.
“Muchas de las personas (de los comedores) en la práctica se vacunaron porque se anotaron en las provincias y les tocó por edad. No está confirmado, es una propuesta tiene sentido porque estamos hablando de trabajo esencial de verdad y con más restricciones más esencial el comedor”, sentenció el ministro ante el inminente anuncio presidencial de nuevas medidas.
“No es tiempo de movilizaciones”
Pese a la segunda ola de Covid-19 con una curva de contagios muy fuerte y el riesgo de que el sistema sanitario colapse, las protestas en las calles no ceden.
El martes, se produjo una numerosa movilización de militantes de partidos de izquierda y organizaciones sociales al Ministerio de Trabajo, en el marco de la reunión del Consejo del Salario, para pedir que lleven el sueldo mínimo a $ 40.000. La cifra actual es de $ 21.600.
En este marco, el ministro Arroyo pidió a las agrupaciones que dejen de protestar. “No es tiempo hoy de movilizaciones, de gente en la calle, por el contexto sanitario”, afirmó este jueves.
Si bien reconoció el diálogo permanente con los dirigentes sociales y que las marchas reflejan “lo que pasa en los barrios”, alertó por la “circulación comunitaria y muy rápida” del virus.
“Realmente no hay gente que no conozca a alguien que la pasó mal. Entonces hay que ser cuidadosos. Es tiempo de escuchar, de trabajar, de reforzar partidas. No es tiempo de movilizar”, sostuvo. (DIB)
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