Este 31 de marzo fue el Día Mundial de Prevención de la enfermedad. Sociedades científicas se unen para difundir una campaña que busca promover los controles tempranos.
El cáncer colorrectal es el segundo más frecuente en la Argentina, pese a ser uno de los más fáciles de prevenir. En 2020 hubo 15.895 nuevos casos, de los cuales 8.493 fueron diagnosticados en varones y 7.402 en mujeres, según datos proporcionados por los registros de base poblacional del país.
En el marco del Día Mundial de la Prevención del Cáncer Colorrectal (CCR), que se conmemora este miércoles 31 de marzo, el Instituto Nacional del Cáncer (INC) y las sociedades científicas relacionadas con la prevención, diagnóstico y tratamiento del CCR lanzaron una campaña de comunicación conjunta, con el objetivo de sensibilizar a la población sobre este problema de salud y difundir las principales medidas preventivas.
La campaña está integrada por dos acciones: un póster sobre Tres pasos para prevenir el Cáncer Colorrectal, con un mensaje integral basado en evidencias, y la iluminación de edificios emblemáticos de distintas ciudades en azul, color que representa a nivel mundial la lucha contra esta enfermedad.
Desde las sociedades médicas crece la preocupación por sensibilizar a la población sobre la importancia de no abandonar los controles médicos, incluso durante la actual pandemia de Covid-19. Es que, según un relevamiento de la Sociedad Argentina de Coloproctología (SACP), las consultas y cirugías por cáncer colorrectal cayeron entre un 50% y un 72% entre marzo y agosto de 2020, respecto al mismo período de 2019.
Por eso, y ante un escenario de reanudación de las actividades tendientes a la prevención y detección temprana del CCR, resulta fundamental la difusión de una campaña que contribuya a instalar este problema de salud en la agenda pública.
Las instituciones que impulsan esta campaña son: Instituto Nacional del Cáncer, Federación Argentina de Gastroenterología (FAGE), Federación Argentina de Asociaciones de Endoscopía Digestiva (FAAED), Endoscopistas Digestivos de Buenos Aires (ENDIBA), Sociedad Argentina de Proctología (SACP), Asociación Argentina de Oncología Clínica (AAOC), Asociación Argentina de Cirugía (AAC), Sociedad Argentina de Gastroenterología (SAGE).
La enfermedad
El cáncer colorrectal (CCR) es un tumor maligno que se desarrolla en la última porción del tubo digestivo: el intestino grueso. Se produce como consecuencia de una compleja interacción de factores hereditarios y otros denominados ambientales que se relacionan con la alimentación y el estilo de vida.
En más del 90% de los casos, el cáncer se origina a partir de una lesión precursora, llamada pólipo adenomatoso. Estos pólipos, que se forman por el crecimiento anormal de las células del colon, pueden desarrollarse lentamente durante más de 10 años, y si no se detectan y extirpan a tiempo, pueden transformarse en un cáncer colorrectal.
Es el segundo cáncer más frecuente en Argentina. Más del 90% de los cánceres colorrectales se producen en personas mayores de 50 años (varones y mujeres prácticamente en iguales proporciones), por lo cual el incremento de la expectativa de vida y la disminución de la natalidad que se observa en el país, con el consiguiente envejecimiento de la población, generará en las próximas décadas un incremento de la población vulnerable a esta enfermedad.
El 75% de los CCR se desarrollan en la población general, es decir, sin antecedentes que incrementen su riesgo, y el 25% restante se produce en individuos con antecedentes personales o familiares que aumentan su riesgo de modo variable. Estos grupos de mayor riesgo deben ser controlados de manera eficaz, ya que requieren exámenes periódicos adecuados al riesgo individual con impacto en el grupo familiar.
La importancia de la detección temprana
Hay dos formas de prevenir el cáncer colorrectal. La prevención primaria son los hábitos saludables que una persona puede incorporar a su vida diaria, como mantener una alimentación saludable, rica en frutas y verduras, evitar las carnes rojas y las grasas, hacer ejercicio físico regularmente, y disminuir la ingesta de alcohol y el consumo de tabaco.
A esto hay que sumarle la prevención secundaria que se realiza con estudios preventivos, especialmente para quienes tienen entre 50 y 75 años de edad. El Programa Nacional de Prevención y Detección Temprana del Cáncer Colorrectal estableció como la estrategia más apropiada el test inmunoquímico de sangre oculta en materia fecal de forma anual.
En el caso de test de sangre oculta en materia fecal positivo, la persona debe ser derivada para una colonoscopia complementaria, el estudio endoscópico que permite la detección y extirpación de pólipos o la detección del cáncer.
En el caso de las personas que tienen familiares de primer grado (padre, madre, hermano/a o hijo/a) con cáncer o pólipos de colon, o quienes tienen una enfermedad inflamatoria intestinal, se recomienda una consulta médica para evaluar su situación. En cuanto a los síntomas, en la etapa de pólipo o temprana, la enfermedad puede ser asintomática. Por eso, las personas deben realizarse los estudios preventivos aún sin tener síntomas.
En cambio, si se notara sangrado por vía anal durante las evacuaciones y el cambio en la manera habitual de evacuar, dolores abdominales, rectales, pérdida de peso o anemia, entre otros síntomas, entonces es preciso acudir al médico para consultar y que el profesional pueda evaluar.
Finalmente, es importante saber que el cáncer colorrectal se puede prevenir y se cura en más del 90% de los casos cuando se lo detecta tempranamente. Incluso, cuando se lo diagnostica en un estadio más avanzado, en el 60% de los casos también es curable. (DIB)
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