Por: José Luis Amado
Periodista agropecuario
La falta de agua vuelve a ser protagonista en el final de la campaña. Lo alertamos en esta misma columna hace tres semanas, cuando se prendieron las luces de alarma por una sequía que podía afectar seriamente a los cultivos de verano. Hoy, la soja de segunda posee una condición regular a mala superando el millón de hectáreas en toda la región sojera argentina.
De acuerdo al último informe de la Guía Estratégica del Agro (GEA), del día jueves pasado, se indica que “las últimas lluvias importantes en la región se dieron a fines de febrero, pero solo alcanzaron el oeste de la zona sojera”.
El informe también destaca que la condición regular/mala creció un 19% más esta última semana. También se ha intensificado el daño, pues ya son 450 mil hectáreas las que están en malas condiciones. La transición hacia la segunda quincena de marzo sin pronósticos de lluvias generalizadas es una noticia pésima que puede seguir agravando las pérdidas productivas en toda la zona núcleo.
“Ya se estiman pérdidas de entre 10 y a un 50%, como en los casos más extremos del norte bonaerense, donde siguen perdiéndose lotes”, afirman desde GEA.
La soja de primera
En cuanto a la soja de primera, el informe indica que el cultivo se arrebató en el último tramo. Esto fue por la falta de agua de los últimos días y se ve una aceleración de las últimas etapas del ciclo de la soja.
También indican desde GEA que esto repercutirá en el llenado de los granos provocando una merma del rinde y hasta pérdidas de lotes. En los suelos de menor calidad y en lomas, el cultivo de primera comenzó a amarillear y a perder chauchas.
Por su parte, en el norte bonaerense la situación es muy variable y se esperan rindes entre 25 a 35 qq/ha.
Los promedios que se esperan para áreas con mejores reservas en el sur de Santa Fe son: en zonas medanosas, 35 a 37 qq/ha; para zonas planas, 40 a 45qq/ha. En las áreas menos afectadas del centro sur de Santa Fe, el cultivo comenzó la maduración y se espera un rinde de entre 40 a 50 qq/ha.
Fuerte recorte
Otro dato no menor es lo que indicó el equipo técnico de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires que proyectó que la cosecha argentina de soja en la presente campaña 2020/21 sería de 44 millones de toneladas debido a las restricciones hídricas que se extienden por las principales zonas productivas.
El fuerte recorte fue dado a conocer apenas unos días antes de que comience formalmente el período de cosecha. De concretarse la nueva estimación, la campaña 2020/21 de la oleaginosa se ubicaría 6 millones de tonelada por debajo de lo registrado en el ciclo 2019/20.
La extrema variabilidad del clima ha vuelto a recordar las condiciones de extrema sequedad en las que terminó la campaña gruesa 2017/18. Febrero y los primeros diez días de marzo han dejado sin lluvias importantes a gran parte del área central, en especial al este.
A partir de esta situación, se puede inferir que ya hay pérdidas muy graves de rindes y de superficie sembrada. Por lo que aún no es posible estimar el piso de producción con la que terminara está campaña de soja de extenderse la falta de agua.
Incluso hay que destacar que las restricciones hídricas también golpearon al maíz con una pérdida estimada de un millón de toneladas para ubicar la nueva proyección de cosecha argentina en 45 millones de toneladas.
Finalmente indicar que no se descartan nuevas modificaciones en el volumen estimado, ya que los pronósticos en el corto plazo no son alentadores.
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