


Nunca, en 61 años de vida, pensé tener que transitar una situación como esta…
He perdido un hermano, el único que tenía, asesinado por la dictadura… He visto partir a mi padre y a mi madre, con dolor, pero con la tranquilidad
no solo de haberlos cuidado hasta el final, sino de haberlos honrado con una vida basada en el sacrificio, la decencia, la solidaridad… y el trabajo desde los 12 años hasta el presente.

En política, como en la vida en general, he dado todo lo que tenía para ofrecer… Con aciertos y errores, pero luchando siempre por el bien general, el de todos, no el personal como hacen muchos. Hice de la honestidad una forma de vida, no solo una forma de gobernar, y lo hice siempre por convicción, como fui educado, para honrar ese legado y para que mi familia -en especial mi pequeño hijo- sepa qué jamás tendrá que agachar la cabeza cuando hablen de su padre… Di todo, por convicción, para estar en paz ante todo con mi conciencia… Así fui dejando en el camino mis “mejores años”… y una porción importante de la buena salud de que gozaba…
Nada de lo que logré fue fácil, pero no reparé nunca en el esfuerzo, tuve aciertos y errores, pero puse lo mejor que Dios me dio… También, para ser justo, recibí mucho cariño, sincero, de mucha gente por la que también acuñé el mismo sentimiento…

Pero hoy, cuando ya no soy más Intendente, pero sigo trabajando como diputado, y al mismo tiempo por la gente del distrito, el bloque de Concejales del Espacio político al que pertenezco, decide sorprenderme con un reconocimiento, proponiendo mi nombre para el querido Hospital Municipal, por el que luché 20 años y por el que pasé, como por otros temas, muchas noches de desvelo (a pesar de la medicación que siempre iba en aumento…).
YO NO PEDI NUNCA NADA, NO QUISE NI QUERRÉ HONORES, HOMENAJES, RECONOCIMIENTOS, BRONCES, NI NADA QUE SE PAREZCA. QUE LO SEPAN Y ENTIENDAN TODOS, NUNCA HICE NADA PARA RECIBIR ESA U OTRA HONRA A CAMBIO! NO LO PEDÍ, NO LO PRETENDO, NO LO BUSQUE, NO FUE
NUNCA UN DESEO NI LO ES HOY!

Pero la oposición, la que apoyó el terrible desastre que sufrimos en la Nación y la Provincia, la que nunca trabajó, al menos para construir, la que se opuso a todo, la que vive sembrando odio para ahondar la grieta, la que siempre está lista para “sacar tajada” de lo que sea, la que miente y apoya la mentira de sus dirigentes mayores, la que decidió en lugar de crecer para ser superiores, luchar para desgastar o destruir a quienes pensamos y obramos en sentido opuesto, hoy me hace blanco duramente de todo su odio y de la impotencia de su incapacidad.
Me explican los Concejales del Frente de Todos, que no solo querían mostrar ellos su gratitud, sino que lo hicieron en representación de las MAS DE 2000 personas que apoyaron la idea, desde aquel anuncio después ya de la Terapia Intensiva, cuando presenté la compra al contado de un Tomógrafo (el primero) de última generación traído de Japón, de un ecógrafo también de vanguardia, de un equipo de rayos nuevo y del sistema de digitalización absolutamente innovador, adquisición que se aproximaba al medio millón de dólares. Allí algunas personas propusieron a viva voz, pidiendo hacer uso de la palabra, la idea de imponer mi nombre al hospital, lo que desalenté de inmediato, agradeciéndole pero pidiéndole que dejaran esa idea y nos concentremos en la importancia brutal de la compra, histórica por cierto.
INSISTO NO LO PEDI, LO RECHACE YA ENTONCES EXPRESAMENTE.

Pero junto con el pretendido agradecimiento de esos miles de personas y el bloque de concejales, recibo un feroz ataque de Cambiemos, y una fuerte operación mediática en mi contra, a través de un medio local, llegando a medios provinciales e incluso a Clarín, sin contar un proyecto de repudio, si escucharon bien, de repudio, en la Cámara de Diputados que integro, presentado a pedido de Cambiemos local por un diputado estrecho colaborador de la ex Gobernadora Vidal, que hoy está siendo investigado por la presunta participación en las mafias de las escuchas ilegales.
No quiero victimizarme, pero tampoco puedo aceptar este nuevo ataque artero, sin denunciarlo. Solo me dedico a trabajar por la gente, no ataco a nadie, no busco conflictos, ni siembro odio, pero no me resigno a la mediocridad y la infamia como formas ya tristemente habituales de un sector de la política.

El agradecimiento también a los miles, que según me dicen, firmaron en apoyo, y a las decenas de personas del distrito y de la región que llamaron solidarizándose, brindándome aliento y comprensión por esta situación absolutamente inmerecida que me toca atravesar.
NO QUISIERA POR NADA, QUE EN UN MOMENTO TRISTE COMO EL QUE ATRAVESAMOS, DONDE MUEREN COMPATRIOTAS POR LA PANDEMIA, Y MUCHOS LUCHAN PARA SALVAR VIDAS, MIENTRAS OTROS AGRAVIAN ESA LUCHA DESAFIANDO AL VIRUS, A LOS GOBIERNOS, Y A LA CIENCIA QUE TRATA DE PROTEGERNOS, SE GENEREN DISCUCIONES INNECESARIAS PARA MUCHOS, E INMERECIDAS PARA MI, PORQUE ESTA CLARO QUE EL ODIO NO DESCANSA, NI EL VIRUS LO DETIENE.
NINGUNA IMPORTANCIA TIENE QUE EL HOSPITAL LLEVE O NO MI NOMBRE, MI CONCIENCIA ESTÁ Y ESTARÁ SIEMPRE TRANQUILA POR LO HECHO O INTENTADO HACER, SANAMENTE.
TODOS SABEN QUE NUNCA TRABAJE EN BENEFICIO PROPIO Y NO TRAICIONARIA ESA CONFIANZA, NI MI HONRA JAMAS.
DIOS Y EL TIEMPO DIRAN COMO FUE MI GESTION. YO SOLO AGUARDARE ESE JUICIO, EN PAZ Y SIN PEDIR NADA.
Un abrazo.
Alberto Rubén Conocchiari.








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