«El secreto de la sabiduría, del poder y del conocimiento es la humildad».
“Ernest Hemingway”
Ante la propuesta de los concejales oficialistas de imposición del nombre del Diputado Alberto Conocchiari al Hospital Municipal me pregunto si él estará de acuerdo con esta propuesta.
Que un grupo de seguidores promuevan una mirada religiosa y culto político a su líder, tiene coherencia ya que conocemos la importancia que le otorgan a la obediencia sin límites.
Lo extraño es que un dirigente de la talla del ex intendente, con “sus orígenes en la Unión Cívica Radical”, partido de dirigentes humildes, alejados de la necesidad de satisfacer su propio ego, acepte colocarse en este lugar reservado para movimientos políticos cercanos al fascismo, cuya característica es la mirada primitiva sobre los liderazgos, los cuales aceptan que su figura se refleje en incontables edificios públicos, o se los considere, groseramente como mesías infalibles, objetos de culto obligatorio.
Un homenaje de esta envergadura amenaza con potenciar su figura en un edificio tan sensible a la población del Distrito, como observando a los vecinos, pudiendo confundir la intención de halagarlo con la de mostrar un trasfondo violento, en donde el estado no es neutral y quienes no comulgamos con sus ideas podríamos sufrir la represalia de no ser atendidos ante una emergencia, como sugirieron autoridades provinciales y locales.
Sería como una adaptación local del proyecto fascista que supimos conocer desde comienzos del siglo XX.
Apelamos a su estilo modesto, consecuente con su bajo perfil, coherente, sensible con el momento tan penoso por el que está atravesando el país al que no escapa nuestro Distrito, ni nuestro Hospital con altos índices de mortalidad en comparación con otros distritos vecinos y como “hombre inteligente” que sabe que en la actividad política moderna tienden a desaparecer los caudillos.
El proceso de denominación de un espacio tan importante debería ser motivo de participación de todos los vecinos. Sería como pensar nuestros pueblos a largo plazo, trascendiendo la coyuntura, para que las cuestiones sociales no se vean insultadas por la mala política, un gesto épico de su parte si pusiera por delante su generosidad e incentivara a sus vecinos a participar de la elección del nombre, recordando a personas que fueron protagonistas en el área de salud tanto a nivel local como nacional.
Poner distancia de los hechos para nombrar edificios públicos tiene sentido para los líderes republicanos y democráticos.
Nada hay nada más revolucionario que los valores. Y de entre todos, la humildad es la condición y el ejemplo de la nueva política.
Agrupación Radical
PROPUESTA Y ACCIÓN
Adelante Buenos Aires
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