Para los viejos peronistas siempre existió un sólo 17: el de octubre. Con el nacimiento del kirchnerismo se fueron alterando algunas fechas especiales, tales como que el 25 de mayo cobró mayor relevancia porque para esa fecha asumió Néstor, aquel que se puso el país al hombro después de la debacle de la gestión De la Rúa, haciendo un per saltum de la gestión del también justicialista Duhalde, al autotitulado «Padre de la criatura» pero que mal que les pese a los negadores, fue quien cargó con el costo de poner el país en marcha.
Así, con todo un relato elaborado desprolijamente pero relatado con cuasi religioso incremento de datos mitificantes, el movimiento echó a rodar la creencia popular de la refundación de la República, la soberanía económica y la independencia política del Tío Sam y sus asociados.
Con esa clara finalidad de borrar de un plumazo la mística del «viejo», en referencia a Perón, pretendieron imponer una nueva, buscando y encontrando entre los «beneficiarios» de las bonanzas de los tiempos de confrontación con los sectores productivos y de reparto del botín de los asaltos al enemigo, el oxidado verso “…combatiendo al capital…”. Cualquier peronista podría decir que la frase leída en la década del `40 del siglo pasado calzaba perfectamente en los ánimos de un pueblo trabajador que veía reivindicados sus derechos tan negados por una patronal que ignoraba cualquier reclamo. Pero adentrados en el siglo vigente, insistir en una fórmula con 70 años de atraso llevó al partido gobernante a equivocarse y perder las elecciones de 2015.
El exceso de optimismo de los que apostaron por Macri los llevó a confiar en las recetas de Marcos Peña de manera disciplinada a punto tal que las “bajadas” se transformaron en dogma y aquellos que osaron discrepar terminaron exiliados en pequeñas agrupaciones de parias políticos. Es que la mayoría de esos atrevidos provenían del peronismo “no K” y ya habían saltado de vereda, gesto que en el peronismo se paga con un largo peregrinar de sumisión comprobable para asegurar la lealtad y saldar la deuda de la traición.
Con más pena que gloria se retiró el gobierno de Cambiemos cuya figura Mauricio Macri devana sus pensamientos entre el retiro prematuro (muchas veces reclamado por los aspirantes a sucederlo), y un nuevo intento por hacerse del sillón de Rivadavia toda vez que siente que entre los popes de la coalición que gobierna por estos días las cosas tienen más riesgo de empeorar y provocar una implosión que se lleve puesta la aspiración hegemónica del kirchnerismo. Con los últimos desaciertos de Fernández, con la ayuda de Fernández, tal vez la mirada del Ingeniero Macri tenga chances de tomar un cauce de merecida expectativa.
Las manifestaciones a lo largo y ancho del país, en ciudades grandes o pueblos pequeños, han dejado claro que hay hartazgo por las avanzadas kirchneristas contra los que la población considera derechos adquiridos tácitamente o los que debería garantizar la Constitución. Combinación ideal para ensayar algunas encuestas y decidir un plan de acción que pavimente un intento electoral para el regreso.
A nivel local, si de combinaciones se trata, se percibe en la gente cierta horfandad ante la falta del caudillo 5 veces electo y 10 veces ratificado, que debió recluírse por la nueva responsabilidad institucional asumida desde el pasado 10 de diciembre y por el pretendido olvido al que lo quiso someter el heredero que se le quiso cortar solo.
Ya fogueado en estas lides, Conocchiari se vio sorprendido por la prematura pretensión de emancipación e indolencia de su delfín, y masticando bronca ante el agravio sin poderlo publicar, se acomodó para dar una advertencia sobre la potestad de los votos y hasta para un posible distanciamiento definitivo.
Encerrado sobre sí mísmo, el heredero Ferraris amagó profundizar la diferenciación, aún a riesgo de quedar a merced de una oposición que aún no sale del mazazo de los millares de votos perdidos en la última elección, o volver un poco sobre sus pasos y darle unos mimos disfrazados de reconocimiento al viejo líder del cual especulan sus consejeros, no sin una gran cuota de razón, que para dentro de los más de 1.000.- días que lo separan de un intento de regreso, ya habrán corrido por las venas del mentor las dosis suficientes de cansancio y lejanía que le hagan desistir de la aventura con triste final del estilo Quindimil. Eso no quiere decir que Alberto se resigne, ni que Charly lo rescató, hicieron una tregua sin pipa, y un acuerdo por mutua conveniencia.
Charly no es Alberto, y eso se nota. En otros tiempos, el otrora intendente elegía al adversario, machacaba sobre él y esperaba que los medios afines completaran la faena junto a la guardia siempre dispuesta de “simpatizantes rentados” que se ocupaban de la demolición social.
Hoy, la oposición está atenta, y aunque previsible y sistemáticamente pierde las votaciones de cada proyecto de su autoría en cada sesión del Concejo Deliberante, se ocupa de hacerle pagar caro al intendente la supuesta prepotencia de un bloque que dice actuar en su nombre y protección. Se agotan las ideas, se repiten los ataques a ciegas, y el pequeño grupo de opositores le regala cada semana una victoria a lo pirro a los defensores del kirchnerismo. –“Esto con Alberto no hubiera pasado…” se escuchó decir hace 2 semanas de boca de un oficialista relegado a funciones menores de las que hacía habitualmente. “…llegado el caso hubiera convocado a una comisión de vecinos, les daba 2 o 3 tareas para entretenerlos y sacaba el Concejo Deliberante de los comentarios de la gente, sin perder el la iniciativa…”
Ejemplo claro de la diferencia de “timming” fue el desgraciado caso del anunciado COVID 19 de la fallecida Eva Garat, en Alem. Mientras Ferraris no acertaba una tecla en el manejo de la situación, hasta el grado de llegar a exponerse debiendo afirmar que había dado sus condolencias a la familia de la vecina fallecida siendo desmentido inmediatamente por los familiares y quedando a merced de las críticas, que fueron benévolas por parte de público y oposición que optaron por darle una vuelta más de oportunidades y no caer en la miseria del oportunismo; por su parte el hoy diputado Conocchiari mandó por todos los medios posibles, pero respetando el momento de duelo, emisarios para ponerse a disposición de los deudos de la señora fallecida recibiendo palabras de gratitud en clima de convivencia.
Una situación ridícula que evidencia el permanente estado de alerta, como un soldado en la trinchera, sin relajarse, sin dormir, sin reflejos… el acto de conmemoración del paso a la inmortalidad del Libertador San Martín, titulado nada menos que en Youtube para la posteridad como “Acto del 17 de Octubre de 2020”. Les preocupa más el “de enfrente” que cuidar de su propio jardín.
Nuevos desaciertos legislativos y de gestión opacaron anuncios importantes y exhibieron en el más frío de los momentos de la relación con los opositores la falta de conducción, (peor aún si la hay porque denota escasez de mando a falta de un líder) valga la referencia a la conocida estrategia conocchiarista de rechazar los buenos proyectos presentados por la oposición para implementarlos una vez que la gente ya no lo recuerda; Ferraris y su corte quisieron emularlo con el más inoportuno de los tiempos: nada menos que en simultáneo con el escándalo de la sesión del Concejo Deliberante en la que le reprochaban el “robo” de ideas a la oposición con ése método, agravado por un manejo polémico de las sesiones aplicando látigo si la oposición reclama, regalando flores si el oficialismo se excede. Hasta llegó a discutirse la opción de buscar una excusa para evitar que las sesiones se transmitan en vivo. No encuentra el gobierno una manera de atenuar la caída de la imagen de su equipo de concejales en particular, por haberse empeñado en devaluar la imagen del Cuerpo en general, tras permitir que Morales se convirtiera en un mal imitador de Ferraris, que se lucía como jefe de bloque del “conocchiarismo”; claro, pocos recuerdan el desafío de café que era muletilla en esos tiempos: “… hasta poniendo un adoquín primero en la lista les gano igual…” se le habría escuchado decir en sus momentos de euforia. Hoy la gente gracias a las nuevas comunicaciones se muestra menos tolerante a las actuaciones circenses y exige menos comunicados a destinatarios desconocidos y más atención a sus problemas cotidianos.
Y así se llegó a este 17 de Agosto, con todo el arsenal oficialista atacando por redes sociales a cuanto atisbo de reclamo, protesta o manifestación de pensamiento diferente se expresara, comenzando con mensajes de miedo en palabras del jefe comunal y llegando al extremo de la descalificación personal por parte de sus acólitos. Flaco favor le hacen, los tiempos han cambiado y el enemigo tan denostado demostró no ser más que un necesario adversario muchas veces funcional, atravesado por sus propios yerros y errores no forzados productos del apremio por demostrar la validez de su espacio como opción de poder. Seguir atacando a cada actor de esa oposición desactivada y dispersa por efectos de la pandemia y el desgaste lógico de la política es revolear por los aires la magra cuota de crédito que le deja un público que ya ha comenzado a comparar una gestión y la otra, a pesar de no haber cambiado casi ningún funcionario, la manifestación numerosa de la ciudad cabecera, Vedia, le deja un mensaje: lo que se extraña es un líder.
La sombra de Conocchiari se proyecta sobre Rivadavia 240, de manera imponente, conmovedora; a muchos les renueva esperanzas, a otros… los aterra.
Equipo de Redacción «FM NUEVA 103.5»
Lunes a Viernes a las 9 y 30 hs.
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