Por Néstor Iraola, periodista del micro informativo de lunes a viernes a las 9 hs por la 103.5, FM Nueva.

Billetera mata galán, prepotencia mata democracia

Lo visto en la última sesión del Concejo Deliberante del distrito de Leandro N. Alem, ratifica la expresión de la gente común, del ciudadano de a pie, quien ha manifestado y aun manifiesta de manera repetida, que está harto de no solo desencuentros políticos, sino de burdas discusiones (si fuera disenso sería ideal, y más en política), bizarros enojos y eternas peleas en pos de alcanzar la efímera victoria partidaria momentánea.
Pude presenciar la caprichosa actitud de un grupo que somete a otro, la mayoría de las veces, no por tener razón o priorizar el bien común de los ciudadanos a los cuales representan, sino simplemente por el hecho de haber obtenido la mayor cantidad de votos en una elección. Y digo caprichosa porque se pasa por alto uno de los principios básicos de la democracia, que es nada menos que la búsqueda de consensos, acuerdos y sobre todo, gestos en lo que tendría que ser la incansable búsqueda del bien común, del ciudadano que vota. Consensos, acuerdos y gestos, que desaparecen, cuando casi sistemáticamente se aprueban o rechazan proyectos depende del color político de quien los presenta en el recinto. Consensos, acuerdos y gestos, que desaparecen, cuando casi sistemáticamente se recurre a la estrategia de desviar el tema, causar o auto-causar enojo y así votar de manera supuestamente con la pasión y el fervor muy arriba y defendiendo solamente el punto de vista propio y no lo supuestamente mejor para la gente.

Ignorar, ningunear, desacreditar la representatividad de los concejales votados también por la gente, aunque no piensen igual políticamente que dicha mayoría que circunstancialmente ostenta el poder, nos podría llevar a un peligroso juego; primero porque dichas actitudes pueden llegar a generar impotencia y la subsiguiente reacción; puede generar resentimiento de parte de quienes se sientes burlados, avasallados y perjudicados por dichas decisiones y acciones. Y creo no equivocarme, si repaso la historia (y no tan lejana) de nuestro país, adonde nos lleva esa manera de hacer política.
Y el párrafo final, como siempre, es para la gente común: Están realmente representados por aquellos a quienes votaron para que los representen? La gente conoce el nombre de cada uno de los 12 concejales? A este y otros interrogantes, los ciudadanos comunes, tenemos las respuesta…..