Se dispara el precio de alimentos y los consumidores están “espantados”. Algunos comerciantes ya piensan en trabajar como cooperativa a la hora de comprar.
En el rubro verdulería, entre otros, la escalada del costo de productos esenciales como la papa, la cebolla o el tomate genera gran preocupación. Hay enormes variaciones de un local al otro. Algunas alcanzan al 70%. Salir cada cuatro o cinco días para comprar aquellos alimentos que son indispensables también expone al consumidor a datos que inquietan e impactan de lleno en las economías hogareñas. Sin dudas la disparada de precios en las verdulerías es una gran preocupación porque productos tan esenciales como la papa, la cebolla o el tomate llegan a tener variaciones de hasta el 70 por ciento de un comercio a otro, con el agravante de que por el aislamiento social, no se puede ir de acá para allá en busca de precios.
Un comerciante de verduras de Vedia nos comentó que el precio ya les llega a ellos con los aumentos, y que: “La bolsa de zanahoria de 10 kilos hoy me la pasaron a $ 1000, y la de papa a $ 600 la bolsa de 18 kilos”, nos comentó preocupado.
En el rubro verdulería, entre otros, la escalada del costo de productos esenciales como la papa, la cebolla o el tomate genera gran preocupación. Hay enormes variaciones de un local al otro. Algunas alcanzan al 70%. Salir cada cuatro o cinco días para comprar aquellos alimentos que son indispensables también expone al consumidor a datos que inquietan e impactan de lleno en las economías hogareñas. Sin dudas la disparada de precios en las verdulerías es una gran preocupación porque productos tan esenciales como la papa, la cebolla o el tomate llegan a tener variaciones de hasta el 70 por ciento de un comercio a otro, con el agravante de que por el aislamiento social, no se puede ir de acá para allá en busca de precios.
Un comerciante de verduras de Vedia nos comentó que el precio ya les llega a ellos con los aumentos, y que: “La bolsa de zanahoria de 10 kilos hoy me la pasaron a $ 1000, y la de papa a $ 600 la bolsa de 18 kilos”, nos comentó preocupado.
Inspectoras
Por otro lado, ya hay inspectoras desde el municipio, controlando los precios, argumentando que les llegó una lista de precios de alimentos desde Nación, con los precios máximos impuestos por el Gobierno en el marco del aislamiento social, para realizar los controles en los comercios, con el fin de evitar abusos y desabastecimiento.
Otro comerciante consultado argumenta: “la mercadería que muchos de nosotros (refiriéndose a los negocios chicos) compramos ya es de tercera o cuarta mano, no tenemos las espaldas de las cadenas grandes de comprar en primera mano a mayoristas y en grandes cantidades, entonces, si le sumamos los fletes y los intermediarios, se nos hace muy difícil competir con los precios. Ya hay diferencia de Vedia a Junín, imagínese con Buenos Aires. Pedimos que se nos entienda, así sólo se benefician los grandes, nosotros también queremos vender barato pero no podemos. Por ejemplo hoy nos aumentaron $10 la docena de huevos, también el queso”.
Y agregó: “yo con el negocio abierto no puedo distraer un empleado para que revise porqué aumento una cosa o la otra”.
Cómo piensa que se puede revertir esta situación desde su lugar?
«Creo que los negocios chicos tenemos que unirnos y funcionar como cooperativa a la hora de hacer las compras, al ser más compraremos mayores volúmenes y vamos a poder lograr mejores precios, estoy seguro de poder lograrlo de esa forma, pero para eso tenemos que unirnos”.
Inspectoras
Por otro lado, ya hay inspectoras desde el municipio, controlando los precios en los comercios, argumentando que les llegó una lista de precios de alimentos desde Nación para realizar los controles en los comercios.
El comerciante consultado argumenta: “la mercadería que muchos de nosotros (refiriéndose a los negocios chicos) compramos ya es de tercera o cuarta mano, no tenemos las espaldas de las cadenas grandes de comprar en primera mano a mayoristas y en grandes cantidades, entonces, si le sumamos los fletes y los intermediarios, se nos hace muy difícil competir con los precios. Ya hay diferencia de Vedia a Junín, imagínese con Buenos Aires. Pedimos que se nos entienda, así sólo se benefician los grandes, nosotros también queremos vender barato pero no podemos. Por ejemplo hoy nos aumentaron $10 la docena de huevos, también el queso”.
Y agregó: “yo con el negocio abierto no puedo distraer un empleado para que revise cuanto aumento una cosa o la otra”.
Cómo piensa que se puede revertir esta situación desde su lugar?
Creo que los negocios chicos tenemos que unirnos y funcionar como cooperativa a la hora de hacer las compras, al ser más compraremos mayores volúmenes y vamos a poder lograr mejores precios, estoy seguro de poder lograrlo de esa forma, pero para eso tenemos que unirnos”.
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