Lincoln volvió a demostrar su solidaridad en momento donde el Covid-19 continua invadiendo el mundo.

Y así lo cuenta Mabel Miskov de 80 años, madre de Cecilia, Daniela y Natalia Duhalde, quien desde hace más de 22 años es presidenta de la Asociación Cooperadora del Hospital Municipal  de Lincoln “Doctor Rubén Omar Miravalle”, ubicado en la Avenida San Lorenzo al 2000 de la vecina ciudad.

Mabel seguramente es recordada en Vedia por haber sido durante mas de 20 años docente tanto de la Escuela Nº1 “Edmundo B. Perkins” como de la Escuela Nº2 “Hipólito Yrigoyen”, donde muchos profesionales y vecinos de nuestra ciudad como Gustavo Zanotti, Silvia García, Octavio Zulueta, Susana Soubirón, Laura Salas, Carolina Trápaga, Paola Rosso, Bernardo Loeda entre otros tantos pasaron por sus aulas.

Pero hoy la vida y a su edad hace que su compromiso con la comunidad siga siendo el mismo que compartió con sus colegas hace ya varios años atrás como: Mary Turchi, Susana Quiniones, Teresa Calvo, Nely Espasandín, Piry D´Angelo de Silva, “Bebel” Olcoz, Marta Morillo, Susana Guastoni, Alicia Ruiz de Canaparo, Nora Fosaluzza, Alicia Fuxan, “Nené” Ducace y Margarita Oyamburu entre otras tantas.

Mabel desde su casa (en cuarentena y respetando el aislamiento social preventivo y obligatorio) decidió  comenzar una campaña para conseguir un respirador para el hospital municipal de Lincoln, ciudad donde vive desde el año 1992.

“Bajo el lema  #UnRespiradorParaElHospital lanzamos el pasado miércoles18 de marzo esta propuesta para recaudar fondos y comprar un respirador pidiendo colaboraciones a empresas locales, semilleras, dueños de estancias, chacras, empresarios de la construcción vecinos y comerciantes” contó al Vediense.

“En menos de una semana tras varios llamados y difusión por medios locales logramos conseguir 3.200.000 pesos los que invertimos en la compra de tres respiradores (NV Graphnet TS), más de 30 máscaras de oxígeno (VNI), 30 saturadores de oxigeno y mucho material descartable como guantes, termómetros digitales, barbijos, jeringas, alcohol y gazas” cuenta la ex docente vediense.

Mabel dijo “soy feliz con lo que hago porque a mi edad sigo con la fuerza de la juventud para seguir ayudando y colaborando con la comunidad desde mi humilde lugar, para que todos estemos mejor y mas en estos momentos en donde la pandemia del coronavirus nos invade día a día”.

“Yo desde mi casa hago los llamados y coordino a un gran grupo de personas que me ayudan a que el dinero donado – por mas poco que sea- llegue a un centro de salud que en algún momento va a necesitar de este tipo tecnología de avanzada” relató.

Para finalizar sostuvo “seguiremos recaudando fondos ya que nuestro objetivo es que el hospital linqueño tenga lo mejor y también sirva para atender a vecinos de las ciudades de Vedia, General Pinto, Granada, Florentino Ameghino, Germania entre otras de la zona de influencia”.