Situaciones como estas son más comunes de lo que parece, ya que muchas personas que se formaron en determinadas profesiones a la larga terminan volcándose hacia la veta artística.
Quién no conoce a Brian May, el guitarrista de Queen, autor de éxitos como “We will rock you”, “Save me” y decenas más. En 1968 se recibió de Licenciado en Física y Astronomía, pero con el éxito de su banda interrumpió su carrera casi definitivamente. La retomó en el año 2007, a los 61 años, cuando obtuvo el título de Doctor en Astrofísica con la tesis “Un estudio de velocidades radiales en la nube de polvo zodiacal”. Últimamente ha colaborado con la NASA e incluso un asteroide lleva su nombre.
Una de las series más vistas de todos los tiempos es “The Big Bang Theory”. En ella, la actriz Mayim Bialik interpreta a una neurobióloga. Casualidad o no, unos años antes se había doctorado en Neurociencia, disciplina emparentada con su rol en la tira. Hoy se dedica a escribir libros sobre comida vegana y se podría decir que sus vocaciones son: actriz, neurobióloga y escritora…por ahora.
Si pensamos en una banda de punk, la asociamos a una música contracultural y anárquica que expresaba, en sus orígenes, el desencanto de una generación. En los 90, la banda Offspring vendió millones de discos y su guitarrista Dexter Holland debió abandonar sus estudios por el éxito obtenido. Pasado el tiempo volvió a su inclinación original y en el año 2017, a los 51 años, obtuvo el doctorado en Biología Molecular con una tesis sobre el sida.
El actor Rowan Atkinson, famoso cómico inglés que participó en varias películas y series, descubrió su vocación cuando estaba desarrollando una Maestría en Ingeniería Eléctrica en la Universidad de Oxford. Allí formó parte de grupos experimentales de teatro y comenzó a pergeñar su famoso personaje, Mr. Bean, que 10 años después lo hizo mundialmente conocido.
La actriz Katheryn Winnick que en la serie Vikings representa a la princesa Lagertha, no sólo es una eximia guerrera en la ficción sino también en la vida real. A los 21 años abrió una Academia de Ciencias Marciales y se decidió por la actuación mientras entrenaba actores para hacer escenas de acción. En la actualidad es tercer dan en Taekwondo y segundo dan en Karate. Además, tiene una licencia oficial de guardaespaldas profesional. ¿Qué tal?
Muchos dicen que Harrison Ford, famoso por las secuelas de Indiana Jones y Star Wars, es un pésimo actor. Razones no les faltan ya que, tras sucesivos fracasos en películas de segunda categoría, se decidió a trabajar de carpintero para solventar a su familia. El azar lo llevó a realizar unos arreglos en la casa del productor George Lucas y desde allí cambió totalmente su suerte.
Al otro lado del río, como es el título de su canción premiada por el Oscar en el film “Diarios de motocicletas”, vive el uruguayo Jorge Drexler. Hasta el año 2005 ejerció como médico otorrinolaringólogo en Montevideo, pero pudo más su pasión por la música y hoy vive de la misma.
En Argentina hay varios ejemplos de famosos que cambiaron su profesión original. Diego Peretti, conocido por series y películas argentinas y españolas, se recibió de médico en la especialidad de psiquiatría y trabajó hasta el año 1995 como Jefe de Residencia de Psiquiatría en el Hospital Argerich. La conductora Verónica Lozano trabajó un tiempo en su profesión, Licenciada en Psicología hasta que se hizo famosa en una tira televisiva. El pastelero Osvaldo Gross, se recibió de Ingeniero Geoquímico en la Universidad de La Plata y posteriormente trabajó en un laboratorio de análisis minerales. Allí investigó sobre el oro, la plata y el cobre de los yacimientos de nuestro país. En 1988 comenzó a estudiar cocina con el chef Francis Mallman y su vida cambió totalmente. Hoy es uno de los más famosos pasteleros del mundo.
Aunque muchas personas tienen una clara inclinación hacia actividades concretas desde la niñez, a la mayoría les lleva más tiempo definir su vocación. Y si queda alguna asignatura pendiente en lo artístico nunca es tarde para empezar. No importa que la familia y los vecinos nos puteen todo el día porque desafinamos tocando un instrumento o seamos de madera interpretando a un personaje secundario en Otelo. Si nos quieren y/o nos respetan ¡que nos aguanten!
Héctor Milisich
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