La comunidad médica y científica viene advirtiéndolo cada vez con mayor énfasis: la resistencia a los antibióticos será una de las principales causas de muerte en el futuro. Un estudio publicado ayer en la prestigiosa revista científica The Lancet estimó que más de 39 millones de personas podrían morir en las próximas décadas debido a infecciones que no podrán tratarse de manera efectiva.
El análisis, que abarca 204 países y territorios, proyecta un aumento alarmante de muertes directamente relacionadas con la resistencia antimicrobiana para el año 2050, especialmente entre las personas mayores de 70 años.
Los especialistas advierten que los antibióticos que alguna vez revolucionaron la medicina moderna, al salvar millones de vidas, han perdido su eficacia debido a múltiples causas, entre ellas, a la capacidad de adaptación de las bacterias y al uso excesivo sin seguir las indicaciones médicas.
La resistencia ocurre cuando los patógenos evolucionan y se vuelven inmunes a los tratamientos actuales, lo que provoca que infecciones comunes, como la neumonía o las infecciones postoperatorias, sean nuevamente mortales.
Por ejemplo, la bacteria Salmonella que se transmite por el consumo de comida contaminada se encuentra en la lista de los 15 patógenos resistentes de la OMS.
El proyecto, liderado por el doctor Mohsen Naghavi, investigador del Instituto de Métricas de Salud (IHME) de la Universidad de Washington de los Estados Unidos señaló que solo en 2021, más de un millón de personas murieron en el mundo a causa de infecciones resistentes a los antimicrobianos.
Si las tendencias actuales continúan, para 2050, las muertes anuales por RAM crecerán un 70 %, con 1,91 millones de fallecimientos. Además, se prevé que el número de muertes en las que las bacterias resistentes desempeñen un papel indirecto se eleve hasta los 8,22 millones por año.
En palabras de Luis Ostrosky, jefe de enfermedades infecciosas en UTHealth Houston, “la medicina depende del uso de antibióticos para cosas tan rutinarias como cirugías o trasplantes”. Según el experto, el mundo se encuentra “en un tiempo muy peligroso”, ya que el aumento de la RAM significa que infecciones que solían ser tratables ahora escapan al control médico.
“Para evitar que esto se convierta en una realidad mortal, necesitamos urgentemente nuevas estrategias para reducir el riesgo de infecciones graves mediante vacunas, nuevos medicamentos, una mejor atención sanitaria, un mejor acceso a los antibióticos existentes y orientación sobre cómo utilizarlos de forma más eficaz”, dijo el autor del estudio, Stein Emil Vollset, del Instituto Noruego de Salud Pública y profesor afiliado del IHME.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) calificó a la resistencia antimicrobiana como una de las 10 principales amenazas para la salud de la humanidad. La institución ha advertido que infecciones como la neumonía, la tuberculosis y la gonorrea, que se controlaban con antibióticos, podrían volver a convertirse en causas comunes de muerte si no se desarrollan nuevos tratamientos. (DIB)
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