El gobernador Axel Kicillof puso el acelerador en la estrategia para que la provincia compre vacunas del mismo modo que lo viene haciendo el gobierno nacional y mantiene abiertas negociaciones con cinco laboratorios, en una operatorio compleja en la que también participan las embajadas de los países donde esas compañías tienen sus sedes.
El plan para que la Provincia compre vacunas por cuenta propia fue un pedido de Nación y podría transformar a Kicillof en el primer gobernador en cerrar tratos. Hoy, la Cámara de Diputados le dio un envión, al aprobar el proyecto de ley para blindar jurídicamente los contratos, tanto desde el punto de vista de las farmacéuticas como de los funcionarios que eventualmente los firmen. Aunque ahora el articulado deberá superar la prueba de Senadores, donde el oficialismo está en minoría, la lógica indica que la negociación es conjunta para las dos cámaras, por lo que el Gobernador podría asegurarse la ley rápidamente.
Pero mientras ese instrumento termina de discutirse, Kicillof ya mantiene un diálogo abierto con cinco laboratorios. El primer de ellos es el ruso Gamaleya, que con financiamiento del Fondo de Inversión Directa Ruso, fabrica Sputnik V, la vacuna de la que ya se llegaron al país 6.035850 dosis. Kicillof tiene un vínculo desarrollado aquí, ya que fue a instancias suyas que comenzaron las negociaciones con esa compañía el año pasado.
Pero el abanico de apuestas de Kicillof es más amplio: También hay diálogo con dos de las vacunas que más reclama la oposición. Una es la del laboratorio Johnson & Johnson, cuyo nombre de fantasía es Janssen. Se trata de un fármaco que, a diferencia de la mayoría de las vacunas para el Covid, requiere una sola dosis, pero tiene algo menos de efectividad que las demás. Es la que se aplicó el expresidente Mauricio Macri en una farmacia de Miami, donde había ido a participar de un evento político del anti castrismo que hace base allí. La otra es la vacuna de la compañía Moderna, una de las que usa tecnología de ARN mensajero, las plataforma más moderna disponible para este tipo de fármacos, que reduce la posibilidad de infección asintomática y de contagio.
A esas dos alternativas de la industria farmacéutica norteamericana se suma la vacuna Curevac, que también usa ARN mensajero y es de origen alemán. Esta variante aún no está aprobada pero el desarrollo es prometedor, sobre todo para países en desarrollo, ya que la logística que requiere es menos exigente que las otras vacunas que tienen esta misma tecnología. La quinta farmacéutica es Cansino, la compañía de CanSino Biologics Inc. y el Instituto de Biotecnología de Beijing, que usa variantes virales y fue una de las primeras en anunciar los resultados de Fase III.
Los negociadores del gobierno dicen que el listado es provisional y que los contactos y las conversaciones, aunque existen, aún no dieron resultados positivos. La trama de las negociaciones es compleja, y en todos los casos intervienen las embajadas de los países involucrados, es decir la de EE.UU, la Rusa, la China y la de la República Federal de Alemania. “Además, hay un montón de intermediarios que son necesarios a veces pero complejizan el escenario”, coincidieron en diálogo con DIB dos funcionarios involucrados en las negociaciones.
Aunque en Provincia dicen que las negociaciones están potencialmente abiertas con todos, en la lista falta Astra Zénneca, la compañía que formó el primer contrato con el país por 22,4 millones de dos, de las cuáles ya debería haber enviado unas 10 millones. Pero que tiene un fuerte retraso: apenas prometió casi 6 millones para fin de mes. Kicillof había activado la opción rusa cuando entrevió que esa operación podía complicarse. La otra que no aparece es Pfizer, la norteamericana que mantiene una negociación muy dificultosa con el gobierno nacional y sobre la que un asesor del gobernador dijo que planteaba exigencias que podrían vulnerar la soberanía argentina. (DIB) AL
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