Editorial
Un repaso por la semana
El gobernador Axel Kicillof habilitó la vuelta a las clases presenciales junto a progresivas y periódicas flexibilizaciones. El temeroso y cercano colapso sanitario finalmente habría sido superado. El gobierno nacional sigue sosteniendo que la vacunación comenzaría a fin de año.
Como nos acostumbró la pandemia, el pensamiento binario a la hora de tomar decisiones sigue presente, “todo iría hacía una creciente liberación, pero puede ocurrir lo contrario”.
Todo deja ver que los anuncios se parecen más a las decisiones de los vecinos agotados por la cuarentena extensa con impacto demoledor en su economía personal, que a los números que no dejan de parecerse a los de hace una semana atrás.
Las reuniones sociales, habilitadas ahora en el AMBA para hasta 10 personas, seguramente será el frente que hace ver que todo volverá a ser lo más parecido a la normalidad, y que, con las medidas de prevención, será el tan necesario oxígeno para muchos, que se continuará, indudablemente y en forma progresivas con la flexibilización de bares y restaurantes.
De cumplirse el presagio de que a fines de diciembre o principios de enero se estaría vacunando al personal sanitario, la policía y los principales grupos de riesgo, el nivel de inmunización, aunque parcial, permitiría bajar definitivamente la tasa de mortalidad y dejar el terreno listo para arrancar 2021 con normalidad, a excepción de los espectáculos masivos, que seguirán restringidos por lo que se ve a la distancia.
Todavía, con el envión de lo que fue, hay distritos más rígidos como el de Leandro N. Alem, donde hace días el propio intendente declaró, que tenía su propio botón rojo y no descartaba tomar más medidas. Incluso, en lo que fue la XVI Fiesta del Cordero Alberdino al Asador, fue más duro todavía con los que piden más flexibilizaciones en el distrito, declarando:
“aparecen las irresponsabilidades de los que no creían, los que creían que esto era asociado a una cuestión política, y que hoy algunos están internados en el hospital municipal que nunca habían pisado, porque la verdad aunque tengas la mejor obra social porque te atendías en otro lugar hoy terminas usando la cama que muchas veces criticaste del sistema de salud municipal o terminas atendido por médicos y enfermeros que seguramente te quejaste muchas veces o te van a buscar en una ambulancia que muchas veces cuestionaste”.
Así, en medio de los vaivenes de esta impiadosa pandemia y de la incertidumbre económica, la política entra a jugar su partido, unos apoyando fervientemente y otros criticando con el mismo entusiasmo; conscientes de los grandes conflictos que afectan a nuestra patria, sería altamente auspicioso que en nuestro terruño reine la generosidad, la búsqueda del bien común y que, con la mejor predisposición encontremos el mejor camino para traspasar de la mejor manera estas horas tan, tan complicadas.
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