«Aaaayyyy….!!! Yo lo sabía, Julio era demasiado bueno para esta vida terrenal, sabía que este hombre más bueno que los todos los buenos, era necesario allá en el cielo para ayudar al Todo Poderoso en su gestión celestial en estas horas aciagas de la humanidad. Sabía que se lo llevaría, lo necesitaba, hombres tan puros, tan buenos hay muy pocos. Disculpe el reproche Padre Nuestro, pero, es injusto, a él lo necesitábamos aquí su familia, sus amigos, en el club, era un remanso de paz, de armonía, de solidaridad, de incondicional afecto. Sé que allí estará bien, que será muy útil como siempre, seguirá repartiendo su bondad y su ternura por doquier; por acá Ud. ya lo ve, ya lo siente: mucho dolor y un sabor a injusticia desgarrador.