Francia y Rusia se sumaron hoy a Estados Unidos y apoyaron una exención de las patentes de las vacunas contra el coronavirus, para ayudar a países pobres a conseguir más dosis y acelerar la inmunización en medio de un agravamiento de la pandemia.

El giro del Gobierno de Estados Unidos de apoyar un alivio a las reglas de propiedad intelectual de las vacunas de la Organización Mundial del Comercio (OMC), cayó como una bomba en medio de un debate que se remonta a varios meses.

Organizaciones humanitarias celebraron la nueva postura de Estados Unidos, que hasta ahora se había alineado con países desarrollados que rechazaban la idea propuesta por India y Sudáfrica en octubre pasado, pero por supuesto, la industria farmacéutica puso el grito en cielo.

El apoyo de Estados Unidos y Francia, dos países con grandes compañías de biotecnología y Rusia, una potencia estatal en el desarrollo de vacunas, es importante. Hasta el papa Francisco había dado su bendición a la idea.

Cualquier país del mundo podría producir las vacunas a nivel nacional y administrarlas a su población

De concretarse la liberalización, cualquier país del mundo podría tomar los componentes necesarios para sintetizar cualquiera de las vacunas aprobadas, producirlas a nivel nacional y administrarlas a su población.

Las patentes normalmente tienen una vigencia de 20 años, aunque no es necesario que una empresa farmacéutica o de cualquier otro sector espere ese tiempo para negociar con otras firmas acuerdos bilaterales para que éstas fabriquen versiones genéricas, algo que se hizo por ejemplo con los fármacos contra el VIH-sida.

Una vez finalizada la pandemia de coronavirus, se restablecerían las protecciones de la propiedad intelectual a las compañías que correspondan.

Sin embargo, las naciones más poderosas y los laboratorios advierten que liberar temporalmente las patentes, no necesariamente acelerará la fabricación o el suministro, porque no está claro si el mundo tiene capacidad de fabricación sobrante.

Además, advierten que podría llevar más de un año asegurar todos los componentes de la vacuna, establecer fábricas, capacitar a las personas y aprobar las leyes pertinentes.